domingo, 16 de marzo de 2008

La prostitucion invade a los ninos de la calle

Los niños de la calle son otro de los sectores de la población que en los últimos años se ha visto afectado por el creciente problema de la prostitución en Caracas, según lo señala un estudio realizo por la Fundación Caracas para los Niños.Marta Penny de Peña, presidenta de la citada fundación y a la vez del Consejo Metropolitano de los Derechos del Niño y el Adolescente, señala que comúnmente los niños de la calle desarrollan algunas actividades para sobrevivir, como son mendigar, pedir comida y ocasionalmente robar para obtener alguna cantidad de dinero.Pero en un estudio piloto que estamos realizado con 90 niños de la calle que se ubican en la parroquia El Recreo, hemos verificado que un importante porcentaje de ellos también han ingresado al mundo de la prostitución, no para obtener dinero para comprar comida, sino droga, específicamente “crack”, conocida popularmente como “piedra”.El estudio también señala que 91% de estos menores tiene problemas de consumo de drogas y que 80% decide abandonar su hogar por la violencia familiar.Actualmente se realizan estudios para diseñar programas de atención para los niños de la calle, niños prostituidos y familias indígenas que se mantienen en la capital.

Comentario: la mayoría de las ninas que habitan las calles del mundo, son tentadas a caer en la prostitución ya que se ven obligadas a ganar dinero de una u otra forma, hacienodo lo que se les atraviece para ganarse la vida. Ellas no ven las malas consecuencias de éste trabajo, sin embargo hay muchas que son obligadas a hacerlo.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Organizaciones que trabajan con ninos de la calle

Comentario: Son muchas las organizaciones del orden oficial y no gubernamental que trabajan con los niños de la calle en todo el mundo. Muchos de ellos se dedican a la denuncia de esta realidad, el monitoreo de sus derechos humanos y la presión para que las legislaciones de cada país contemplen una mejor atención al problema. Otras se dedican a trabajar por las raíces del problema en los sectores más marginados de las grandes ciudades. Por último, el trabajo de reinserción del niño de la calle que conlleva un largo proceso.

martes, 4 de marzo de 2008

Ninos de la calle en puebla.

Triste es la situación en la que viven los niños y niñas de la calle en Puebla. Ellos tratan de escapar del maltrato en sus casa, de la pobresa física y afectiva que generalmente no tienen en sus casa. Pero estos niños estan muy equivocados por que la vida en la calle no es mejor, como ellos piensan, y no nada mas les trae más pobreza, sino también accidentes, violaciones, heridas, enfermedades y hasta la muerte. Sin dinero ni sueldo fijo, familia que los mantenga, vagan por ahí mendigando y roban para satisfacer su hambre. Muchas niñas se dedican a la prostitución. Y pocos son los que trabajan en un empleo fijo. Muchas veces se les llega a tomar como una “basura social” que hay que “limpiar” de la calle.

Comentario: Los ninos que habitan las calles, piensan que simplemente se vive mejor en la calle que en sus mismos hogares por el hecho de que en éstos son maltratados. Cuando se encuentran con la realidad de la calle es difícil afrontar ésta situación ya que ahí, se presentan más maltratos, drogas, pobresa física y afectiva y para las ninas las prostituión que es uno de los factores por el cuál las ninas son marcadas para toda su vida. Es difícil ponerle un alto a todo ésto, pero todos juntos podemos lograrlo.

domingo, 2 de marzo de 2008

Asociacion nin@s de papel de Colombia

Minuto a minuto, los 80 niños que en promedio viven en las calles de la capital santandereana están expuestos a factores como el rechazo de la comunidad, la mendicidad, la explotación sexual, el rebusque de comida o dinero y el consumo de sustancias psicoactivas, además del asesinato.Algunos niños y niñas han denunciado incluso la existencia de grupos al margen de la ley que los atacan con el pretexto de implementar acciones de limpieza social.En lo que va corrido del año se ha conocido de manera oficial la muerte de dos menores, aunque según la información manejada por los mismos habitantes de la calle, otros dos niños fueron asesinados durante el último mes y medio.La cifra de las cuatro víctimas infantiles fue confirmada por el proyecto “Dignificándonos”, liderado por la Unión Europea y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf.Esta ONG comenzó hace pocos días una campaña encaminada a rechazar la muerte del menor “Félix de Jesús Castillo García”, quien falleció luego de recibir impactos de bala en su cuerpo.Raquel Méndez Villamizar, coordinadora del proyecto, dijo que “los niños nos están dando información de que los tienen amenazados, de tal forma que ellos se están quedando en la noche en las residencias del centro” de la ciudad.También se ha denunciado la forma como otros mendigos adultos obligan a los pequeños a pedir limosna, pues en una ciudad tan solidaria como Bucaramanga, los niños de la calle logran tocar el corazón de la gente.DiagnósticoSegún los trabajadores sociales del programa de ayuda a la niñez ‘Dignificándonos’, los menores terminan viviendo o pasando la mayoría del tiempo en las calles, porque abandonan el hogar o dejan de asistir al colegio.Un estudio realizado por Conexión Colombia concluyó que la situación de pobreza, sumada al maltrato recibido en sus hogares, son las causas principales para que un menor deje su casa.A finales de 2005 se logró registrar a una población constituida por 199 menores de edad, quienes se ubican en varios puntos de la ciudad (galladas) y un grupo representativo (12.51%) que no tiene un lugar estable de referencia, donde sus integrantes deambulan de forma permanente por todo el municipio, solos o en parejas.Sin embargo, el más reciente censo realizado por ‘Dignificándonos’ concluyó que muchos de los menores contabilizados en el estudio de finales del 2005, no se encontraban más en las calles.“La dinámica de la calle hace que existan épocas en las que se evidencia poca presencia de menores, mientras en otras su número aumenta de forma notable, causando la alarma de la población y de las autoridades”, explicó la trabajadora social de ‘Dignificándonos’, Marcela Hurtado.Las cifrasLa gran mayoría de menores cuenta con un punto físico o zona de referencia, donde desarrollan sus estrategias de supervivencia, generando sus propias formas de relación entre ellos mismos y con el medio social que los contiene, manejando el mundo simbólico creado a partir de sus parámetros de vida.En la población infantil se analizó que 80% son hombres y el 20% restante son mujeres.La constante de edad son los 15 años, siendo los 16 y los 17 años, las edades respectivas que presentan mayor cantidad de población, 20% y 25%.Muchos de estos habitantes se ubican en el centro de la ciudad, principalmente donde viven sus padres o amigos, que al igual que ellos se enfrentan a la calle como alternativa de supervivencia.¿Qué está haciendo el Gobierno?La Alcaldía de Bucaramanga tiene diseñado, dentro de sus programas de atención a la niñez desprotegida, un programa de asistencia a los menores de la calle, el cual es coordinado por la Secretaría de Desarrollo Social, en conjunto con entidades como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf.Educadores de la calle, de la mano con profesionales de la sicología infantil, lideran en esta ciudad programas de asistencia.De igual forma en Bucaramanga, funcionan instituciones como ‘Niños de Papel’, liderada por el padre Manuel Jiménez Tejerizo, quien se encarga de rehabilitar a aquellos menores de la calle, que son abandonados por sus familias.SolucionesEn respuesta a la muerte de Félix de Jesús Castillo García, un menor que vivía en las calles, cinco entidades sin ánimo de lucro se unieron para sacar adelante un proyecto llamado ‘Escuela de Artes’, el cual luchará por el derecho a la vida de los niños y niñas de la calle.El proyecto tiene como objetivo ofrecerles a los menores alternativas ocupacionales y no proporcionarles limosnas, pues esto los incita a permanecer en la calles.“No se trata de demostrarles lástima y darles una limosna, sino de hacerles cambiar su forma de pensar y enseñarles que ellos tienen habilidades y pueden salir adelante. ¡Qué empiecen a creer en sí mismos!”, explicó la trabajadora social, Marcela Hurtado.La idea consiste en proporcionarles a los menores una vida con mejor sentido. La propuesta consta de la realización de una escuela de arte en la cual los pequeños podrán escoger entre las áreas de música, pintura, artesanía, teatro y audiovisuales, para desempeñarse.Se piensa acondicionar una vivienda en un sector de constante permanencia de niños de la calle. Lugares como el centro o el barrio San Francisco, son puntos para tener en cuenta, según explicaron trabajadoras sociales de ‘Dignificándonos’.
Comentario: al igual que otras asociaciones, lo que busca ésta es suplir algunas necesidades básicas de los ninos de la calle. Éstas asociaiones tienen presente que los ninos de la calle están expuestos a drogas, sexo, mendicidad, rebusque de comida o el mismo asesinato, todo esto por sobrevivir. Los bjetivos de estas empresas, son simplemente abolir todo ésto, haciendo de los ninos personas preparadas y con buena integración con la sociedad.

lunes, 25 de febrero de 2008

Algunos derechos de los ninos de la calle

El estancamiento y la inseguridad económica agudizaron los problemas sociales en la Argentina, creando situaciones degradantes y de extrema pobreza que no garantizan el derecho a la vida, a la educación, a la salud y a una vivienda digna de uno de los grupos más vulnerables: el de los niños y adolescentes.Como consecuencia surgen una serie de violaciones a los derechos humanos, que se traducen en distintas formas de violencia, convirtiendo a niños y jóvenes en mercancías, como en el caso de la venta y tranco de niños, niños de la calle, prostitución infantil, pornografía, explotación laboral, mendicidad organizada y otro tipo de situaciones violatorias de varios de los artículos del Pacto (art. 6.1; art. 7; art. 23; art.21.1; art. 26)Dentro de esto, debemos destacar la ausencia de un Estado que no asume su indelegable rol tutelar y no concurre al amparo de niños y adolescentes que padecen hambre, desnutrición, abandono, abuso de autoridad, legislación inadecuada y justicia ineficiente e ineficaz.En Argentina hoy, el 40% de nuestros niños vive en situaciones de extrema pobreza. Todos los días mueren 50 niños menores de un año, por pobreza, desnutrición o malas condiciones higiénicas.Más de 26.000 niños se encuentran internados en Institutos de menores, cárceles, clínicas psiquiátricas Y en comisarlas. (Fuente: Informe UNICEF 1993).Hay aproximadamente 4 millones de niños/as y adolescentes en cuya cotidianidad se combinan una serie de dificultades expresadas con distinta intensidad en los escasos ingresos de sus familias, el hacinamiento de sus hogares, la falta de estimulación psicoafectiva adecuada desde el nacimiento, la deserción temprana del sistema escolar, el acceso limitado a la red de servicios de salud y la falta de propuestas que estimulen su crecimiento y afirmación como personas.La problemática del niño maltratado ha tenido un crecimiento alarmante, no sólo el maltrato físico, sino también el psicológico y el abuso sexual. Si bien no hay estadísticas concretas, se cree que una de cada cinco familias sufre algún tipo de violencia doméstica o sexual.También hay graves violaciones a los derechos humanos de los niños, en aspectos educativos y de salud.
Comentario:Los derechos de los ninos de la calle son iguales que los de todo ser humano, sin embargo,pienso que nos debemos enfocar mas en ellos que en cualquier otra persona, ya que por el simple echo de estar en la calle viviendo, se da pie para que cojan malos hábitos que les destruirá la vida e impedirán que su desarrollo como persona sea íntegro.

domingo, 24 de febrero de 2008

Noticia de ninos de la calle en Pereira que se quedarían sin "su casita".

El centro que ayuda a menores en riesgo dejó de recibir ayuda de la Comunidad Europea y solo tiene plata asegurada hasta finales de este mes.Un joven a punto de llegar a la mayoría de edad se pone nervioso al pensar que pronto deberá irse de 'La Casita', un centro de acogida para menores en riesgo de calle en Pereira, donde aprenden, comen y se recrean.Su temor se explica en lo que ha sufrido cuando ha estado en el 'Centro para la Reeducación de Menores (Creeme) Marceliano Ossa', a donde son trasladados los jóvenes delincuentes."Los 'tombos' me han cogido drogado y otras veces me han metido droga, por eso he ido tres veces al 'Marceliano'. No quiero volver allá, me gusta quedarme en 'La Casita", dice él.'La Casita' hace parte de la Unidad Temporal Acunarte, que por estos días pasa afugias económicas pues el 31 de diciembre se acabó la ayuda que les brindaba la Unión Europea y la Alcaldía cambió de administración.Por falta de plata, ahora solo atiende a menores de 0 a 17 años en un solo centro -antes eran tres- ubicado en el barrio 20 de Julio y su capacidad de recibir a esa población bajó de 1.180 menores a 60.María Consuelo Miranda, coordinadora de la entidad, dice que por la falta del acompañamiento, muchos niños han vuelto a la calle y lamenta que se pierda el trabajo que se estaba haciendo con ellos.Un oasis entre el peligro'La Casita' funciona en una construcción vetusta del centro. En el primer piso hay una ludoteca, en una de sus paredes está incrustada una estantería con libros, mapas y rompecabezas.Para ingresar al segundo piso se sube por unos escalones desgastados de cemento. Allí están dos cuartos con camas. Luego están el comedor, la sala de cine y televisión y la puerta que da acceso a la cocina.El lugar ha sido por tres años la solución para que niños con riesgo de calle no se sumen a los 1.016 menores que desde enero del 2007 han sido capturados y trasladados al Creeme, al que comparan con una prisión.Simón Darío Romero, un educador de 'La Casita', afirma que allí les enseñan a los muchachos a reconocer su propio valor. Este es un lugar de puertas abiertas y se ha logrado la sensibilización de 165 menores. Entre ellos está un afrocolombiano de 14 años, que lleva doce meses en 'La Casita', y acaba de entrar a séptimo grado en un colegio gracias a un programa de la fundación."No es por darme fama, pero a mí me va bien en el estudio y quiero ser abogado", explica el muchacho mientras deja escuchar su carcajada.Pero su suerte no la tienen todos. Hay un joven que estuvo varios meses en el 'Marceliano Ossa' y pese a haber recobrado su libertad, le pidió a la Policía que lo deje allí pues, según dijo, su familia en Popayán no tiene dinero para pagar su regreso.Por ahora él está en aislamiento voluntario, meditando en un cuarto de reflexión, donde lo acompaña una letrina de cemento, una cobija y una colchoneta, así como varios dibujos y toda clase de mensajes grabados en las paredes.Para él 'La Casita' podría ser una alternativa para alejarse del delito y expresa que ese es su deseo.ICBF y Alcaldía les dieron la mano, pero necesitan más.En enero, Acunarte se pudo mantener con apoyo de Audifarma y hasta finales de este mes cuenta con recursos para alimentación y pago de empleados con ayuda del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y la Alcaldía.Sin embargo, la atención está restringida y para marzo no hay certeza de que siga funcionando. María Consuelo Miranda explica que el proyecto necesita 40 millones de pesos al mes y por eso está tocando puertas en las empresas privadas. Las esperanzas de continuar están fincada en una licitación que sacó el ICBF y en una nueva evaluación del proyecto que anunció la Unión Europea.

Comentario: "La Casita" es una fundación que se encarga de criar a ninos de la calle y suplir sus necesidades básicas. Parece que esta fundación se quedará sin recibir las entradas económicas que le brindaba la unión Europea, ya que ésta no tiene fondos suficientes para centrarse en esta campana. Los ninos que pertenecen a ésta, tienen miedo de quedarse sin su hogar, ya que ahí pasan el mayor tiempo de su vida y es la el hogar que siempre les falto. Es triste saber que estos ninos tienen posibilidades de volver a la calle como último recurso.

sábado, 23 de febrero de 2008

Ninos de la calle... una tragedia

Las crisis económicas determinan de manera alarmante el crecimiento en el número de niñas y niños que viven y trabajan en la calle, que provienen de grupos familiares y de comunidades populares que no logran proporcionarles los satisfactores básicos y que –como resultado de una pobreza histórica–, no cuentan con herramientas fundamentales para la crianza y educación; por ello son comunes las historias de maltrato, desintegración y/o abandono.Las políticas públicas han puesto poca atención a las condiciones que colocan a esta población infantil en riesgo de vivir y trabajar en la calle; de hecho, programas como el Progresa (hoy Oportunidades) aún no operan en las principales ciudades en donde se ha registrado la mayor presencia de este fenómeno social, ni han sido diseñados o adaptados para las características particulares que presenta.La infraestructura comunitaria (como son los centros de servicio o las propias escuelas) es inalcanzable para las familias de niños en riesgo de salir a la calle o en muchos casos se encuentra subutilizada, sobre todo porque no se orienta a prevenir las condiciones de riesgo y porque prevalecen la desarticulación entre los programas y los enfoques asistencialistas o de corto plazo (determinados en buena medida por coyunturas políticas).El uso político y publicitario que algunos actores públicos han hecho del tema de los niños de la calle no se corresponde con una inversión apropiada en infraestructura y financiamiento para apoyar y complementar las acciones que realizan los organismos no gubernamentales a quienes se les ha adjudicado la responsabilidad de atender a la población que ya vive y trabaja en la calle.

Comentario: Los ninos de la calle son sometidos a difíciles situaciones que les afectan su vida y su desarrollo como personas. Ellos necesitan apoyo de las personas que tienen dinero o simplemente del estado para que les brinde lo que necesitan, como: alimentación, hogar, amor, estudio, etc... La realidad del asunto es que todos nos debemos unir para sacar este tipo de situaciones adelante.